SalveMonos promueve la conservación de especies en Santa Cruz
La organización SalveMonos tiene dos décadas de promover la conservación de los monos Congo y otras especies en la zona costera de Santa Cruz y más allá.
Por Katiana Murillo
El aullido del mono Congo (Alouatta palliatta) es inconfundible. Quien lo escucha por primera vez podría pensar que se trata de un enorme primate, cuando en realidad no lo es. Esto se debe a que posee un hueso en la laringe llamado hioides, que emite una gran resonancia, por lo que se le puede escuchar a un kilómetro de distancia.
En la zona costera de Guanacaste, uno de los sitios preferidos de esta especie, es un residente más. Sin embargo, la subespecie presente en Costa Rica (Alouatta palliatta palliatta) se encuentra en peligro de extinción debido a la pérdida de su hábitat por deforestación, la electrocución con cables eléctricos, los atropellos, las caídas y los ataques de perros, entre otros peligros.
Es por eso que desde hace dos décadas, la organización sin fines de lucro SalveMonos trabaja para evitar que esta especie, así como otras presentes en la zona costera de Santa Cruz, desaparezcan. La razón es muy sencilla: sin monos no hay paraíso, precisamente ese que viene a buscar el turista que visita la zona.
De ahí que apoyar su conservación significa también “proteger nuestro entorno y el de las futuras generaciones”, según lo manifiesta Simona Daniele, una de las fundadora de la organización.
El Congo es una de las cuatro especies de monos que existen en Costa Rica y su vida y la de su tropa están enteramente ligadas al bosque, ya que su principal fuente de alimentación depende de los árboles, de los cuales aprovecha tallos, hojas, flores, tallos y frutos. También es un dispersor importante de semillas, ayudando a la regeneración forestal. Entonces, cuando no existen suficientes árboles, toman cables de alta tensión o bajan al suelo y son atacados o atropellados, según lo muestran las estadísticas de la organización.
El equipo de SalveMonos busca atacar este problema mediante acciones como protección forestal y reforestación, prevención de accidentes, rescate (incluyendo atención veterinaria y apoyo a refugios), investigación, concienciación de la comunidad y sensibilización de autoridades y empresas de energía.
Un ejemplo de lo que enfrentan los monos es el de Bomba, una monita Congo que hace unos días resultó electrocutada por un cable de alta tensión, junto con su madre, cuando buscaba hojas y frutos cerca de playa Brasilito. Su madre murió y a ella le espera un largo camino de recuperación.
Este tipo de situaciones son las que SalveMonos busca evitar con la ayuda de residentes y visitantes. Solo en 2021, se atendieron 206 casos de electrocución de monos. La buena noticias es que, a la fecha, se han habilitado un total de 221 puentes en las comunidades costeras de los cantones de Carrillo y Santa Cruz. También Coopeguanacaste ha empezado a emplear material semi aislante en los cables de electricidad.
Un ejemplo es el prototipo de puente ubicado frente al estero de Tamarindo, hecho con materiales reciclados de cinturones de seguridad, que los monos utilizaron tan solo cuatro días después de su instalación.
También se reforesta. Solo en playa Tamarindo se plantaron 200 árboles el pasado año y actualmente se realizan estudios en distintas comunidades costeras para monitorear, entre otros, la situación de conectividad y de salud de los primates con ayuda de pobladores y otras ONG.
La labor de SalveMonos ha servido, asimismo, de inspiración para otros grupos que han formado iniciativas similares en distintas comunidades. Como bien lo expresan quienes integran la organización, “cada paso que se da para proteger a los monos Congo en Guanacaste nos acerca más a la preservación de este paraíso natural”.
Cómo apoyar a SalveMonos
La labor de SalveMonos se puede apoyar donando a sus cuentas del Banco Nacional: IBAN CR54015114520010233801, en colones; e IBAN CR92015114520020116253, en USD. 0 por medio de PayPal: donate@salvemonos.org. Los puede seguir también en redes sociales.