Con una extensión de 1.270 hectáreas, la Reserva Natural Absoluta Cabo Blanco, ubicada en el extremo sureste de la Península de Nicoya, fue la primer área silvestre protegida de Costa Rica.
Por Katiana Murillo
Costa Rica es reconocida en el mundo por su sistema de áreas silvestres protegidas, que abarca un cuarto de su territorio. Y esta historia se escribió hace 60 años cuando el 21 de octubre de 1963, gracias a la iniciativa y los esfuerzos de los esposos Nicolás Wessberg y Karen Mogensen, ambos inmigrantes originarios de Suecia y Dinamarca, fue creada la Reserva Natural Absoluta Cabo Blanco.
Su objetivo fue la protección del bosque tropical húmedo del extremo sur de la Península de Nicoya en un momento en el que la actividad ganadera amenazaba con eliminar los últimos reductos de bosques en esa zona.
Ellos fomentaron el interés de las instituciones nacionales en la conservación y lograron conseguir ayuda financiera internacional. De esta forma, fue creada la primer área silvestre protegida no solo de Costa Rica, sino también de Centroamérica, e inició un proceso que impulsó la creación del Sistema de Parques Nacionales (SPN), actualmente el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) del Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE).
Para Franz Tattenbach, ministro de Ambiente y Energía, la creación de la Reserva Natural Absoluta de Cabo Blanco “abrió una vía de acción para enfrentar la acelerada destrucción de los bosques que en ese momento histórico se daba, reconociendo la ciudadanía y el Gobierno la imperativa necesidad de reservar porciones adecuadas del territorio nada o poco alteradas por la intervención humana, para establecer los parques nacionales y otras categorías de protección”.
La Reserva Natural Absoluta Cabo Blanco está ubicada en el extremo sureste de la Península de Nicoya y tiene una extensión de 1369 ha terrestres y 1688 ha marinas, incluyendo la Isla Cabo Blanco, para un total de 3057 ha. Posee majestuosos paisajes de acantilados y playas de arena blanca, además de una gran diversidad de flora y fauna para el deleite de observadores de aves, naturalistas y científicos.
En su bosque tropical húmedo se encuentran especies forestales como el indio pelado, el guácimo y el chaperno, entre otros, y al interior de la Reserva se han encontrado yacimientos arqueológicos prehispánicos.
A unos dos kilómetros del sur de su punta, una extensa plataforma rocosa, se encuentra Isla Cabo Blanco, una gran piedra que emergió del mar y alberga importantes poblaciones de aves marinas, entre ellas los piqueros morenos. Su color blanco es debido al excremento (guano) de las aves que rodean la isla. También ostenta un tono verde producto de la colonización por plantas traídas por el viento, el mar y las aves.
En la zona marino-costera de la reserva se encuentran formaciones coralinas y rocosas muy importantes para la reproducción de especies marinas, como el cambute, la langosta y el tiburón nodriza, entre otras.
Más información en: https://www.facebook.com/reservacaboblanco/?locale=es_LA
Costa Rica’s first protected wilderness area celebrates its 60th anniversary
With an area of 1,270 hectares, the Cabo Blanco Absolute Natural Reserve, located on the southeastern tip of the Nicoya Peninsula, was Costa Rica’s first protected wildlife area.
By Katiana Murillo
Costa Rica is recognized worldwide for its system of protected wildlife areas, which covers a quarter of its territory. And this history was written 60 years ago when on October 21, 1963, thanks to the initiative and efforts of husband and wife Nicolás Wessberg and Karen Mogensen, both immigrants from Sweden and Denmark, the Cabo Blanco Absolute Natural Reserve was created.
Their objective was to protect the tropical rainforest of the southern tip of the Nicoya Peninsula at a time when cattle ranching threatened to eliminate the last remnants of forest in that area.
They encouraged the interest of national institutions in conservation and were able to obtain international financial assistance. Thus, the first protected wilderness area was created not only in Costa Rica, but also in Central America, and initiated a process that led to the creation of the National Parks System (SPN), currently the National System of Conservation Areas (SINAC) of the Ministry of Environment and Energy (MINAE).
For Franz Tattenbach, Minister of Environment and Energy, the creation of the Cabo Blanco Absolute Natural Reserve “opened a way of action to confront the accelerated destruction of the forests that was occurring at that historical moment, recognizing the citizenship and the Government the imperative need to reserve adequate portions of the territory with no or little alteration by human intervention, to establish national parks and other categories of protection”.
The Cabo Blanco Absolute Natural Reserve is located in the southeastern tip of the Nicoya Peninsula and has an area of 1369 hectares of land and 1688 hectares of marine, including Cabo Blanco Island, for a total of 3057 hectares. It has majestic landscapes of cliffs and white sand beaches, as well as a great diversity of flora and fauna for the delight of birdwatchers, naturalists and scientists.
In its tropical rainforest there are forest species such as the indio pelado, guácimo and chaperno, among others, and pre-Hispanic archaeological sites have been found inside the reserve.
About two kilometers south of its tip, an extensive rocky platform, is Isla Cabo Blanco, a large rock that emerged from the sea and is home to important populations of seabirds, including brown boobies. Its white color is due to the excrement (guano) of the birds that surround the island. It also has a green tone due to the colonization by plants brought by the wind, the sea and the birds.
In the marine-coastal zone of the reserve there are coral and rock formations very important for the reproduction of marine species, such as the cambute, the lobster and the nurse shark, among others. More information at: https://www.facebook.com/reservacaboblanco/?locale=es_LA