En Costa Rica, la palabra tamarindo evoca mucho: desde un árbol que brinda sombra a un jugo natural con muchas propiedades a todo un distrito en la provincia de Guanacaste, al que muchos tenemos la dicha de llamar hogar.
Por Katiana Murillo
Para empezar, la palabra tamarindo le hace honor a su lema de “donde los mundos se unen”, ese que se encuentra estampado junto a las letras de su nombre en un parque cerca del mar. El término tiene origen en otro mundo, el árabe, ya que viene del término tamr hindī, que quiere decir“dátil índico”.
Fueron los árboles de tamarindo en la costa de este paraíso del Pacífico Norte de Costa Rica de donde este pueblito de pescadores artesanales tomó su nombre. Así, se convirtió en 1995 en el noveno distrito del cantón de Santa Cruz de Guanacaste. Con el tiempo, se ha tornado en uno de los principales destinos turísticos de playa del país y a nivel internacional.
Pero volvamos al árbol del tamarindo. Este es originario de África y se encuentra en numerosos ambientes tropicales. Tiene raíces profundas, le gusta el sol y puede desarrollarse bien en suelos salinos, arenosos y pedregosos. Crece incluso hasta los 30 metros de altura y brinda un fruto en forma de vainas de color café.
Estas vainas contienen en su interior una semilla color negruzco, recubierta con una pulpa marrón muy pastosa de sabor muy particular, y con la cual se hace una bebida refrescante, que también se conoce como tamarindo. El tradicionalmente llamado fresco de tamarindo es fuente de fibra y posee una gran variedad de vitaminas y minerales, así como propiedades diuréticas, antiinflamatorias y antisépticas, entre otras.
Pero la palabra tamarindo ha ido más allá y así se le llama, además, al estuario natural de Tamarindo, que forma parte del Parque Nacional Marino Las Baulas de Guanacaste, el cual fue declarado en 1993 sitio Ramsar o Humedal de Importancia Internacional debido a su riqueza biológica.
La franja terrestre donde se ubica la comunidad de playa de Tamarindo también une a dos sectores del parque nacional que contienen importantes playas para el desove de tortugas marinas, como las playas Grande y Langosta.
El mar que baña Tamarindo es, de hecho, parte de este parque nacional, creado en 1991 para proteger uno de los sitios más importantes para el desove de la tortuga baula o laúd, la más grande del mundo, que en el Pacífico Oriental Tropical se encuentra en peligro crítico de extinción.
La palabra tamarindo también es sinónimo de uno de los atardeceres más bellos del mundo. Así lo destacó recientemente el blog especializado en viajes y turismo Morning Life, del Reino Unido, el cual ubicó a playa Tamarindo entre los mejores sitios para observar atardeceres con base en la opinión de los viajeros que utilizan la plataforma Trip Advisor.
Así que cualquiera que sea el motivo que lo lleve a relacionarse con la palabra tamarindo, tome en cuenta que no es cualquier término, es uno que en Costa Rica y, especialmente para Guanacaste, tiene mucho significado.