Entrevista exclusiva con el alcalde de Santa Cruz, Jorge Arturo Alfaro Orias
Los tiempos políticos del educador
‘El gallo’, tal como lo conocen popularmente, dialogó con este diario sobre los proyectos y problemáticas del cantón. Señaló que le preocupa la falta de agua en Tamarindo y prometió soluciones en infraestructura y seguridad.
Por Sebastián Muzi
Hasta hace un tiempo, Jorge Arturo Alfaro Orias era director de escuelas. En ellas evaluaba el crecimiento educativo de los alumnos y tenía en claro cuál era el objetivo que perseguía hasta que salieran egresados de las instituciones.
Sin embargo, ‘El gallo’, apodo que heredó de su familia, sentía que su tiempo como formador había culminado y debía mutar hacia una carrera política que solucionara los problemas que veía diariamente, tanto en los chicos como en los adultos.
“La chispita para llegar a la Municipalidad de Santa Cruz fue haber visto pasar a mucha gente estando en la función pública como educador que soy, y administrando dos instituciones muy buenas y exitosas a nivel de cantón: una es el colegio de Villarreal y la otra el liceo en Santa Cruz. Desde ahí me nació una pregunta: ¿por qué no pasa lo mismo en el cantón? ¿Qué es lo que inhibe a la política para poder tener una trayectoria de éxito?” se presenta el funcionario ante The Tamarindo News en una entrevista realizada en Flamingo.
-Una de las grandes problemáticas que tiene Costa Rica y que no escapa a su cantón es el estado de las carreteras y el sistema de transporte. ¿Cuáles son las prioridades para la Municipalidad?
-Dentro de nuestro plan de gobierno tenemos establecido que uno de los puntos prioritarios es la red vial cantonal. Lógicamente las rutas que van a Brasilito y Tamarindo y las arterias principales pertenecen al Conavi, al gobierno central, pero las rutas cantonales son prioridad. Pese a ello hicimos un trabajo importante en Brasilito, también en el camino Los Jobos con una imprimación para darle una mayor salida. La idea es que los camiones pesados entren por las rutas tradicionales y salgan vacíos. En la calle Guanacaste estamos viendo de hacer un diseño hermoso, con ciclovías, porque tiene 30 metros de ancho y podría tener tres carriles. Tenemos que ir a reclamar a los negocios los derechos de vías y poder generar espacio para los parquímetros. De esa manera generaríamos recursos que se vuelcan en las obras más inteligentemente. La Municipalidad está equipada, no como queremos, pero ya invertimos más de 2.000 millones de colones en maquinarias. Este año si Dios lo permite el municipio hará una pavimentación de alrededor de 50 kilómetros, y eso es histórico para Santa Cruz.
-¿Hay proyectos para los cruces de Villarreal, Huacas y Brasilito?
-Los tres cruces son obras del Conavi porque son nacionales. El trabajo le corresponde al Ministerio de Obras Públicas y Transporte en un 100%. No se ha hecho porque no han querido y la verdad que son obras urgentes desde hace muchos años. El Conavi nos pide prácticamente que le hagamos todo. Podemos colaborar con muchísimo gusto, pero no es una necesidad de hoy sino algo que existe desde antes de la pandemia y que no se atendió con el debido proceso.
-La gente pide que pongan semáforos o rotondas. ¿Cuál debería ser la solución?
-Desde el estudio vehicular, lo que funciona es la rotonda porque el carro gira, gira y sale. No hay atraso. ¿Pero cómo hacemos para hacerle entender eso al Conavi? Es una sola inversión y ver qué nos dicen los estudios topográficos. Un semáforo puede funcionar, pero la presa siempre va a quedar. Después de las tres o cuatro de la tarde es realmente increíble ver la cantidad de autos, ni que hablar en el cruce de Huacas. Buscamos que la gente gaste menos tiempo pegada en la presa.
TAMARINDO
-Uno de los reclamos de los pobladores de Tamarindo es cómo se distribuye el dinero que ingresa a la ciudad, ya que muchos tienen la sensación de que no se traduce en obras…
-La Municipalidad tiene tres programas: administrativo, ejecución y servicios. Obviamente vamos equilibrando las necesidades. Si devolviéramos todo a Tamarindo la ciudad tendría un montón de cosas, pero tenemos distritos con mucha pobreza. No obstante, esos ingresos también le dan un rédito a Tamarindo como la compra de maquinaria que se ha podido ver en las diferentes obras, entre ellas la ruta de Los Jobos. Entre las prioridades también está la calle Guanacaste, y ahorita también la calle que pasa por El Mercadito que se llena de agua y hay que meter allí un alcantarillado inmenso. Todo eso está en el Presupuesto Extraordinario 1. Sin embargo, también hay que tener en cuenta que Tamarindo es el sector que recibe la mayor cantidad de camiones recolectores de residuos. A una ruta como 27 de abril, el camión llega una sola vez a la semana. Los costos son elevados, hay que agregar la cantidad de muchachos que trabajan en la recolección, y aun así no damos abasto.
-¿El Estado tiene algún tipo de presión a las empresas como el ICE para acompañar ese crecimiento?
-Guanacaste está creciendo exageradamente. Tiene el foco de inversión nacional e internacional. Y ni que decir Santa Cruz como cantón, donde tenemos un proyecto de 3.600 condominios para lo que es la zona centro. Será un casco nuevo. Eso permitiría que quien viva en Santa Cruz podrá ir a todas las playas y no viajar exclusivamente a Tamarindo, a Playa Negra, a Flamingo o a la costa sur, porque de esa forma sus costos se elevarían.
-¿Cuál es el principal problema que tiene Tamarindo?
-La falta de agua. Y es lo mismo que está pasando en todo el sector costero y en lo que estamos luchando. Le estamos exigiendo al presidente de la República agua para Guanacaste. Por eso estamos coordinando con las fuerzas vivas locales porque tenemos un problema en Nimboyore, donde hay tres pozos pero había que perforar más ancho para traer el agua. Tamarindo, con agua, va a explotar en calidad de inversión. Estamos trabajando con AYA en el rancho Cartagena, que era un problema de años, para facilitar 85 litros más por segundo. En el proyecto más importante que se llama ‘Agua para Guanacaste´, en vez de dar agua para la agricultura se dará para el turismo y para el sector habitacional.
SEGURIDAD
-¿Usted cree que esta ola de crímenes que sufre el país puede hacer perder la gallina de los huevos de oro?
-Claro que sí. Un país seguro es un país que se visita. Uno que no genera seguridad, no. Y eso fue un tema primordial dentro de nuestro plan de gobierno. En este caso vimos que la seguridad digital se presenta como una necesidad. Pusimos 140 cámaras y buscamos lo mejor que había en el mercado. Hicimos un convenio con Corea del Sur para dotarnos de la mejor tecnología del mundo. Nos donaron el software, que es administrado por Coopeguanacaste, pero fue una lucha para que el Concejo Municipal lo aprobara. Si bien 140 suena un montón, en una distancia de 1.312 kilómetros cuadrados que tiene el cantón lógicamente buscamos los lugares más calientes. Hubo una sinergia entre Fuerza Pública, OIJ, policía municipal, Coopeguanacaste y otras instituciones, con quienes tratamos de ubicar las cámaras donde el delito tenía mayor incidencia. Y adicionalmente lo extendimos a Carrillo y Nicoya, porque no es un tema del cantón sino provincial.
SALUD Y DEPORTE
-Al lado del liceo de Villarreal está el EBAIS, que quedó sin terminar. ¿Qué pasó con la construcción?
-Al final de cuentas el problema con el EBAIS fue con la empresa constructiva. Hay que volver a licitar para terminar las poquitas cosas que faltan. No obstante, yo le garantizo que con tan solo una donación ya estaría abierto. Son tonteras como la conectividad de agua y cosas de la Caja. Igualmente, la construcción del EBAIS debería haber sido inmensa para abastecer a la cantidad de población que hay a su alrededor. El distrito de Tamarindo tiene unos 5.000 habitantes más los turistas. En Semana Santa o en diciembre podríamos tener 50.000 personas. ¿Qué pasaría si tuviéramos un terremoto? ¿Tenemos la capacidad para esa atención? No. Y lamentablemente Tamarindo no tiene hospital propio. La única atención fuera de las 4 de la tarde es en Santa Cruz.
-Hace poco los guardavidas de Cruz Roja tuvieron que viajar a San José para firmar un nuevo contrato con el ICT. Sin embargo en ese momento quedaron las playas sin protección. ¿Eso no es grave?
-No le voy a mentir. Dentro de las políticas de la municipalidad no está en el presupuesto la contratación de guardavidas. Es irónico y es parte de los proyectos que hablamos entre todos los alcaldes, porque hay proyectos de ley que deben estar en toda la provincia y que generen más recursos a la zona. Nosotros en Guanacaste producimos el 75% de la electricidad del país. Producimos eólica, hídrica, geotérmica y solar, ¿y qué le queda a Guanacaste? Un turista para poder salir del país tiene que hacer un depósito de 30 dólares que se lo paga al ICT. ¿El 80% de ellos a dónde van? A Guanacaste. Es ahí donde se hace injusto que el ICT no quiera pagar eso.
-En Tamarindo una de las actividades más importantes es el surf. Pese a ello los chicos no tienen espacios públicos para practicar otros deportes.
-Estamos hablando con ADIT sobre eso porque Tamarindo se saturó. Y en ese sentido pensamos proyectos donde está la cancha de fútbol para que una parte sea aportada por la Asociación de Desarrollo y otra por la municipalidad. Lo que pasa es que el uso del suelo está enmarcado como actividad deportiva, pero si construimos una infraestructura tenemos que recurrir al ICT. Igualmente hicimos otra pista en el colegio de Villarreal, para evitar eso y tener más alternativas fuera de Tamarindo.