Hoy es el aniversario oficial de la creación del distrito de Tamarindo, ocurrida el 27 de noviembre de 1995 tras la división administrativa territorial de Costa Rica.
POR SEBASTIAN MUZI
Tamarindo es el noveno distrito del cantón de Santa Cruz, en la provincia de Guanacaste. Con casi 10.000 habitantes entre residentes y turistas y casi 50.000 en temporada alta, hoy es una ciudad llena de energía, deporte, turismo y gastronomía.
Sin embargo, antiguamente era un pequeño pueblo de pescadores artesanales con calles de tierra donde difícilmente se podía encontrar un camino o comercio. Y aunque la región ya estaba en el mapa de Costa Rica, lo cierto es que la división administrativa territorial realizada en 1995 le dio, oficialmente, el documento que la identifica.
Ocurrió el 27 de noviembre de ese año cuando el gobierno del presidente José María Figueres, mediante el decreto ejecutivo 24820-G, decidió separar a la ciudad del distrito Veintisiete de Abril.
Esa decisión, más el auge del turismo y la llegada de nuevos residentes, comenzó a darle otro color a la bahía, sobre todo con la popularización del surf, el reconocimiento de Bandera Azul y la atracción por ver uno de los mejores atardeceres del mundo.
En la actualidad es una de las comunidades turísticas más desarrolladas del país, y sus condiciones geográficas hacen de esta zona un destino ideal para vacacionar, realizar negocios o practicar deportes acuáticos.
Con su cabecera Villarreal y una altitud de 27 metros, algunos de los poblados que componen Tamarindo son Cañafístula, Cebadilla, El Llano, Garita, Guatemala, Hernández, Icacal, La Loma, Linderos, Mangos, Palmar, San Andrés, San José Pinilla y Santa Rosa.
¿QUE ES TAMARINDO?
En estos 28 años Tamarindo ha evocado mucho: desde un jugo natural con muchas propiedades hasta un árbol que brinda sombra, pero también a todo un distrito “al que muchos tenemos la dicha de llamar hogar”, como escribía en nuestra primera edición la periodista Katiana Murillo.
También significa mucho en términos de naturaleza y conservación, ya que ha recibido 15 galardones de Bandera Azul en cinco categorías: playas, centros educativos, comunidad, cambio climático y protección de microcuencas.
El Parque Nacional Marino Las Baulas y el estero de Tamarindo, por ejemplo, son dos de las maravillas que la naturaleza le dio a esta región. La riqueza biológica de ambos se puede explicar con estadísticas: 117 tipos de árboles y 139 especies de aves, pero también cangrejos, cocodrilos, zorros, venados, monos, coyotes y mapaches. Incluso serpientes tan grandes como la boa constrictora. Sin embargo, el desove de las tres clases distintas de tortugas (baula, lora y negra), que llegan aquí todos los años, brinda un espectáculo majestuoso de su ciclo de reproducción.
A todo ello no podemos olvidar las dos principales razones de la atracción turística: las olas del Pacífico que atraen a los amantes del surf y el radiante atardecer, motivos más que suficientes para embarcarse aguas adentro sin temor a equivocarse.
Hasta aquí, sólo una parte de lo que ‘Tama’ tiene para ofrecer, porque como si fuera poco, es un lugar propicio para la búsqueda de la serenidad con clases de yoga, retiros y ceremonias. Incluso de asombro si nos adentramos en el laberinto más grande del planeta ubicado en Santa Rosa. No obstante, en un extraño juego del destino, también es el sitio donde se encuentran la aventura y la movida musical.
PROYECTOS
El Ministerio de Cultura y Juventud, la Municipalidad de Santa Cruz, la Cámara de Comercio y Turismo de Tamarindo, la ADIT y el ICT, entre otros, fueron los impulsores del Plan de Gestión Integral del Destino Turístico Tamarindo 2019-2022, una iniciativa que tuvo como objetivo generar condiciones que mejoren la competitividad de la ciudad.
Mediante este programa se incentivó a dichos actores y empresarios locales para que se integren y trabajen en conjunto para fortalecer el bienestar de las comunidades receptoras.
El Centro de Desarrollo Tamarindo es uno de los principales polos costeros en el país. Se extiende desde el norte, en las cercanías de la desembocadura del estero de Tamarindo, hasta el sur en Punta San Francisco, justo en el límite del Parque Nacional Marino Las Baulas. Su ubicación geográfica le permite funcionar como un centro de distribución y servicios para el corredor turístico de Avellanas, Junquillal, Playa Grande, Ventanas y alrededores de Playa Langosta.
TRES DECADAS
¿Cómo festejaremos las tres décadas de Tamarindo? Dentro de dos años el distrito cumplirá 30 noviembres y será un buen momento para analizar los resultados del Plan Maestro Tamarindo 2020-2025, del cual ya estamos a mitad de camino. Cuando se lanzó la iniciativa, el presidente de la Cámara de Comercio y Turismo de Tamarindo, Hernán Imhoff, manifestaba que se debía mejorar la movilidad en la zona con una mejor conexión del centro de Tamarindo y los sitios aledaños mediante una ciclovía.
Si bien el desarrollo de los últimos años ha sido trascendente, aún quedan muchos desafíos por delante. La voluntad público-privada deberá seguir con las mismas energías para avanzar en la cuestión vial, la ecología, la protección de los animales y la seguridad, temas que asegurarán un provechoso porvenir si se toman las medidas correctas.
“Este 27 de noviembre es un nuevo aniversario de la aceptación del gobierno de la República del nuevo distrito de Tamarindo. Son 28 años de historia como distrito, pero también muchos años de historia como playa de Tamarindo, y no solamente la playa: poblados como Villarreal, Santa Rosa, Pinilla, La Garita y muchos otros que lo conforman. Antes, pertenecientes a la comunidad de 27 de abril, que era el distrito más grande que teníamos a nivel de cantón. Pero a partir de la división política de 1995, Tamarindo pasó a regir como un nuevo distrito de Santa Cruz, que hoy es el de mayor auge económico que tenemos, y lógicamente con una falta de más inversión por parte de la Municipalidad, eso lo sabemos, pero hemos trabajado fuertemente en eso”, señaló a The Tamarindo News el alcalde de Santa Cruz Jorge Arturo Alfaro Orias, quien adelantó de forma exclusiva algunas novedades para la región.
“En los próximos dos a tres años tenemos que alcanzar los niveles que Tamarindo necesita. Como alcalde tengo un gran compromiso con Tamarindo: hay que rehacer la calle Guanacaste como Dios manda, con ciclovías, aceras y pavimento. Lo mismo con la calle Los Jobos, que muy probablemente este año se iniciará el proyecto de rehabilitación de esta ruta, que ya tiene una base puesta, para darle una salida a la ciudad. Estamos luchando para que salga el Plan Regulador y solicitamos al gobierno de la República para que esta calle pase a ser cantonal. Invertimos en cámaras de videovigilancia y estamos en convenio con OIJ, Fuerza Pública y Asociación de Desarrollo para ver cómo le damos más seguridad al sector. Dentro de dos años, cuando llegue a 30, espero que tengamos completados todos estos proyectos, que son importantísimos para el desarrollo de una economía pujante, en la que se incluye la conservación de la flora y la fauna del Parque Nacional Marino Las Baulas a través del Plan Regulador Urbano y Costero”, señaló el funcionario.