Robert August, emblema del surf para Tamarindo y el mundo
El histórico protagonista de la película The endless summer sigue atrayendo a miles de fanáticos que buscan sus tablas, sus firmas o el póster del famoso filme de Bruce Brown.
POR SM
En Tamarindo se respira surf como en pocas partes del mundo. Y se lo debe a un estadounidense que en 1993 llegó hasta estas playas en busca de las increíbles olas que le habían recomendado en su California natal.
Estamos hablando de Robert August, protagonista de la histórica película ‘The endless summer’ estrenada en 1964, un filme de Bruce Brown que enamoró a millones de surfistas y dio inicio a la era moderna de este deporte.
August había llegado a tierra tica para filmar la segunda parte de la cinta, donde se documentó el crecimiento del surf en países como Francia, Sudáfrica, Costa Rica, Australia, Bali e incluso la fría región de Alaska.
Hoy, con sus 78 años recién cumplidos, esta leyenda viviente puede darse el lujo de pasear por una ciudad que no lo vio nacer, pero lo adoptó como su hijo pródigo. Un pueblo que lo reconoce a cada paso como si fuera su fundador.
Mientras esperamos su llegada al Witch’s Rock Surf Camp, su segundo hogar, un mural con su figura mirando al Pacífico hace detener a los visitantes. “Muchos preguntan si ya estoy muerto”, le aclara con una carcajada a The Tamarindo News.
Su notable sentido del humor se ratifica cuando al café servido sugiere “agregarle un poco de vodka”. En pocos segundos ya se puede hacer una radiografía de su personalidad, en la que se develan no sólo sus anécdotas sino también algunos datos importantes de su vida: la admiración hacia su padre, el amor por su hija adoptiva y su hijo Sam, sus gustos por otros deportes como el básquetbol y su orgullo “por haber puesto a Tamarindo en el mapa”.
“Si tengo que elegir, siempre mi primera pasión será el surf, pero cuando hago las tablas para mis clientes y veo sus caras de felicidad digo que hoy prefiero hacer tablas”, reconoce cuando se le pregunta cuál de sus dos actividades prefiere. A pesar de su edad, todavía hace dos o tres tablas custom por año.
“Cuando yo llegué a Costa Rica me encontré con una mujer que era madre soltera. Y decidí adoptar a su hija. Esa niña es mi hija Christine, y creo que uno de los momentos más orgullosos de mi vida fue cuando la vi campeona estatal. Cambiarle la vida a alguien se siente muy bien” señala Robert, a quien también le brillan los ojos al hablar de su otro hijo Sam, que jugó béisbol en los Astros de Houston y hoy maneja las ventas y el marketing de la compañía de su padre.
CEPIA
Sus hazañas con las olas y el séptimo arte no es lo único que menciona. También su colaboración con causas benéficas y el compromiso con CEPIA, organización sin fines de lucro con sede en Huacas que trabaja con infantes, adolescentes y sus familias.
A partir de la década de 2000, logró realizar el evento Robert August Surg & Turf donde golfistas y surfistas de todo el planeta llegaron a Tamarindo con la intención de divertirse, pero también con la misión de donar fondos a la institución.
“Trabajar con CEPIA fue un honor. Nos gusta que con ese dinero hayamos podido ayudar a los guardavidas, a los chicos y a los pobres” señala August.