Las quejas de los vecinos por las demoras en la atención, las largas distancias y la construcción de nuevos centros obligan a las autoridades a atender la demanda
POR SEBASTIAN MUZI
“El Ebais es un servicio muy malo para lo que te cobran de seguro. Cuesta mucho conseguir cita para los turnos programados. Hay gente que debe madrugar y estar ahí desde las 3 de la mañana para que le den un turno. Y cuando tengo una emergencia debo ir a Santa Cruz, porque si te pasa algo después de las 4 de la tarde, en Tamarindo y Villarreal no tienes atención” señala a The Tamarindo News Natalia Giménez, una vecina y trabajadora de estas localidades.
Su caso no es el único. Y su queja tampoco, porque tanto residentes como turistas carecen de una respuesta rápida y eficiente en materia sanitaria, tanto por la escasez de centros cercanos como por la falta de ambulancias.
En la provincia de Guanacaste, que tiene más de 350.000 habitantes, hay solamente dos hospitales públicos: el Enrique Baltodano Briceño de Liberia y el de la Anexión, en Nicoya. Luego tiene clínicas y centros de menor rango, aunque en Santa Cruz opera el de mayor complejidad del cantón.
Sarah Smith, una canadiense que trabaja y reside en Tamarindo, expresa que también para los extranjeros es dificultosa la atención médica. “Para empezar, Tamarindo no tiene hospital propio, y si te ocurre algo estás a una hora o una hora y media de un hospital público decente, de otra forma lo tenés que pagar. Hace poco fui testigo de un accidente de moto que ocurrió a la madrugada. Como no había ambulancia, la policía aconsejó que llevaran a la víctima directamente al hospital de Santa Cruz porque se podía morir ahí en la calle. Y pese a que la llevaron, no la atendieron hasta las 3 de la tarde del día siguiente”.
Para responder estas inquietudes, dialogamos con distintos médicos y profesionales de la zona de todos los niveles de atención: primaria, clínica privada y áreas de salud, como así también guardavidas y miembros de la Cruz Roja, encargados del socorro en la vía pública.
“A veces la atención depende de la temporada, ya que en temporada alta nosotros atendemos entre 10 a 12 personas por día –en su mayoría turistas-, mientras que para la baja son tres o cuatro pacientes. Pese a ello, cuando hay virus en el ambiente los casos vienen en oleadas, ya que a veces podemos detectar que toda una familia está contagiada”, afirma el doctor Dr. Freddy Soto Arroyo, del Guanacaste Medical Center.
El doctor asegura que casi que no atiende residentes costarricenses, sino más bien turistas o residentes extranjeros por la estructura social de Tamarindo. “Aquí es puramente negocios y casas de extranjeros, y si le ocurre algo al trabajador local, puede recurrir al Instituto Nacional de Seguros (INS) o a la Caja Costarricense de Seguros de Salud (CCSS) para su atención. Generalmente los hoteles los envían a estos, pero en cuanto a accidentes laborales son muy pocas las visitas a nuestra guardia”.
LOS EBAIS
En el engranaje de instituciones públicas, la primera atención sanitaria siempre se da en los Ebais. El cantón de Santa Cruz tiene en total 14 sedes, y cada una de ellos cuenta con un médico coordinador. En el caso de Villarreal es el Dr. José Herrera Watson, quien explicó a este diario cómo funciona el centro.
“La logística de atención de la Caja es por “zonas de atracción”. Si el accidente fue en Santa Cruz, el traslado es hacia la clínica de Santa Cruz. Si el paciente requiere una atención más compleja se refiere al Hospital de Nicoya, y si en este no pueden atenderlo, se lo deriva al hospital de Liberia o al Hospital México, en San José”, sostiene.
El doctor señala que los Ebais no están adaptados para atender casos complejos y tampoco tienen la estructura necesaria para las emergencias. Incluso, con una panorámica del lugar se puede observar las malas condiciones de trabajo, como la falta de higiene, agua, rampa para ambulancias y conectividad de Internet limitada para ver las historias clínicas.
Pese a esas dificultades, Watson recibe a 32 pacientes diarios con turnos programados, pero también ideó un sistema para agilizar la atención de los que van para exámenes de laboratorio: a los pacientes que están asegurados les hace una receta para examen general. Con los resultados en mano, recién ahí cita y examina a cada uno, evitando de esta manera la congestión de turnos.
“Dos veces por mes agarro un viernes por ejemplo y les hago una boleta de laboratorio pidiéndoles niveles de azúcar, de enfermedades de transmisión sexual y otras patologías. Aquí hay muchos casos de sífilis y VIH”, sostiene.
NUEVA SEDE
El Ebais de Villarreal abarca una población promedio de 4.000 personas, pero en la actualidad la demanda es de casi 10.000 si contamos las localidades vecinas. Aquí es donde entra en juego la inconclusa construcción del nuevo centro, que se proyectó hace más de dos años y hace uno que está totalmente parado.
Según los datos abiertos suministrados por la propia Caja en su página web, la construcción y equipamiento de la nueva sede del Ebais tenía un presupuesto de 518.791.700 millones de colones. Aunque dice “En ejecución”, la obra se encuentra paralizada. No obstante, para aclarar estas dudas conversamos con el Dr. José Retana, director del Área de Salud del cantón de Santa Cruz.
“La sigla Ebais se refiere a Equipo Básico de Atención Integral, y en algunos puestos se agrega la atención de farmacia. En Villarreal se inició la construcción de un puesto sede tipo 2, donde tuvimos algunos inconvenientes que paralizaron la obra cuando ya se habían invertido 247 millones de colones. Rsos inconvenientes se resolvieron y ya tenemos la autorización desde julio para reiniciar los trabajos. Ahora se debe hacer una nueva contratación del faltante, con un nuevo diseño y se debe recalcular el equipamiento porque los precios eran de 2019/2020” asegura el funcionario.
-¿Lo que está construido se va a demoler?
-No. Lo hecho, hecho está y pago por la Oficina de Mantenimiento de la Caja. Obviamente que lo que está construido se valorará, pero si hay que descartar partes se procederá a los cambios. Por ejemplo, el equipamiento no se había adquirido, pero como los costos aumentaron. El presupuesto que se maneja en 2023 es de 490 millones más.
-¿Por qué Tamarindo no tiene hospital, teniendo en cuenta la cantidad de turistas, residentes y los ingresos que genera?
-La CCSS tiene una red de atención: primero están los hospitales Clase 1, como el Hospital México, donde se hacen las cirugías de mayor complejidad y trasplantes. Después vienen los hospitales regionales, que en nuestro caso es el de Liberia, y el tercer nivel son los hospitales periféricos como el de Nicoya. Más allá de los niveles hospitalarios vienen las Areas de Salud 1, 2 y 3. La de Santa Cruz es tipo 2. Nosotros, a diferencia de otras áreas cantonales, tenemos emergencia las 24 horas, pediatría, ginecología, psicología, medicina familiar, rayos y laboratorio, entre otras especialidades. Recién después de todo esto vienen los Ebais. Pero no es posible en un sistema de salud pública y privada que cada distrito tenga un hospital. No ocurre ni aquí ni en Estados Unidos o Europa. Se trabaja en red.
-Después de las cuatro de la tarde no hay atención sanitaria en los Ebais. Ello conlleva a que el paciente debe desplazarse muchos kilómetros…
-Así está establecido, pero para cambiar eso debería modificarse el sistema de financiación de la Caja. También tendríamos que poner hospitales en Flamingo o Catalinas, pero es inviable. Y el tema es el siguiente: el cantón que genera más recursos es Belén, porque allí está la planta de Intel (que incluso llegó a aportar el 47% del PBI del país), pero la Caja maneja un principio de solidaridad y universalidad. Por ejemplo, el aporte de Talamanca es casi nulo y no por ello quiere decir que al no generar recursos no pueda tener su hospital. No obstante, sí pienso que los sistemas de salud deben ir adecuándose a las demandas. Yo propuse que, en toda la franja costera noroeste, que va desde el Estero de Tamarindo hasta las Catalinas y donde viven más de 20.000 habitantes, podría establecerse a mediano plazo un sistema de emergencias, porque con la capacidad actual sólo podemos atender el 50% de la demanda.
LA CRUZ ROJA
Otra de las patas de la atención sanitaria, y no menos importante, es la de la Cruz Roja, encargada del socorro en el mar y en la vía pública. Cuando hay algún infortunio en el agua, son los guardavidas de la organización quienes acuden al rescate, dando los primeros auxilios y luego avisando a sus superiores para el traslado por ambulancia, también de la organización.
“Nuestra atención en el rescate acuático es prehospitalaria. Si hubiera una lesión, fractura o herida que necesita sutura, inmediatamente coordinamos con la Dirección Regional. Pero si son golpes o sangrados mínimos como se da en el surf, los compañeros tienen el conocimiento necesario para la atención” relata el supervisor de guardavidas Luis Rojas.
En ese sentido, el doctor Retana afirma que la Comisión Nacional de Emergencias ha establecido que los rescates extrahospitalarios son responsabilidad de la Cruz Roja y Bomberos. Incluso los llamados al 911 por accidentes en carreteras o en los hogares, por lo cual aclara que la competencia “es intramuro, no mandamos a los médicos a la calle. Son los encargados de las emergencias quienes nos traen los pacientes”.
La Cruz Roja Costarricense, que es una organización humanitaria de primera respuesta, de carácter privado y sin fines de lucro, desarrolla sus actividades al amparo de la Ley de Asociaciones de la República de Costa Rica, siendo auxiliar de los poderes públicos en actividades humanitarias compatibles con su mandato institucional.
Gracias a su trabajo, los médicos también pueden hacer el suyo en las distintas áreas sanitarias. Y esa sinergia es la que mitiga las falencias mencionadas, porque como dice la RAE, “la acción de dos o más causas tiene un efecto que es superior a la suma de los efectos individuales”.
Health care, a right that is difficult to access in the region
Complaints from neighbors about delays in care, long distances and the construction of new centers force authorities to meet the demand
BY SEBASTIAN MUZI
“Ebais is a very bad service for what they charge you for insurance. It’s very difficult to schedule appointments. There are people who have to get up early and be there from 3 a.m. to get an appointment. And when I have an emergency, I have to go to Santa Cruz, because if something happens to you after 4 o’clock in the afternoon, in Tamarindo and Villarreal you have no attention,” Natalia Giménez, a neighbor and worker in these towns, told The Tamarindo News.
Her case is not the only one. And neither is her complaint, because both residents and tourists lack a quick and efficient response in health matters, both because of the lack of nearby centers and the lack of ambulances.
In the province of Guanacaste, which has more than 350,000 inhabitants, there are only two public hospitals: the Enrique Baltodano Briceño in Liberia and the Anexión, in Nicoya. Then it has clinics and centers of lower rank, although in Santa Cruz operates the most complex of the canton.
Sarah Smith, a Canadian who works and resides in Tamarindo, says that medical attention is also difficult for foreigners. “For starters, Tamarindo has no hospital of its own, and if something happens to you, you are an hour or an hour and a half away from a decent public hospital, otherwise you have to pay for it. I recently witnessed a motorcycle accident that happened in the early hours of the morning. As there was no ambulance, the police advised them to take the victim directly to the hospital in Santa Cruz because she could die there in the street. And although she was taken, she was not attended until 3 o’clock in the afternoon the following day”.
To answer these concerns, we spoke with different doctors and professionals in the area from all levels of care: primary care, private clinics and health areas, as well as lifeguards and members of the Red Cross, who are in charge of rescue on public roads.
“Sometimes the attention depends on the season, since in high season we attend between 10 to 12 people per day -mostly tourists-, while in low season there are three or four patients. In spite of this, when there is virus in the environment, cases come in waves, since sometimes we can detect that a whole family is infected,” says Dr. Freddy Soto Arroyo, from the Guanacaste Medical Center.
The doctor assures that he hardly sees Costa Rican residents, but rather tourists or foreign residents because of the social structure of Tamarindo. “Here it is purely businesses and foreigners’ homes, and if something happens to the local worker, they can turn to the National Insurance Institute (INS, in Spanish) or the Costa Rican Health Insurance Fund (CCSS, in Spanish) for attention. Generally, the hotels send them to these, but in terms of occupational accidents there are very few visits to our emergencies area”.
THE EBAIS
In the network of public institutions, the first health care is always given in the Ebais. The canton of Santa Cruz has a total of 14 sites, and each of them has a coordinating physician. In the case of Villarreal, it is Dr. José Herrera Watson, who explained to this newspaper how the center works.
“The logistics of the attention at the CCSS is by ‘hot spots.’ If the accident was in Santa Cruz, the transfer is to the Santa Cruz clinic. If the patient requires more complex care, he is referred to the Nicoya Hospital, and if the Nicoya Hospital is unable to treat him, he is referred to the hospital in Liberia or to the Hospital Mexico in San José,” he argues.
Dr. Watson points out that the Ebais are not adapted to handle complex cases and do not have the necessary structure for emergencies. Even a panoramic view of the place shows the poor working conditions, such as lack of hygiene, water, ramp for ambulances and limited Internet connectivity to view medical records.
Despite these difficulties, the doctor receives 32 patients a day with scheduled appointments. He also devised a system to expedite the care of those who go for laboratory tests. After writing a prescription for a general examination for patients who are insured, he then makes an appointment and examines each patient, thus avoiding appointment congestion.
“Twice a month I take a Friday, for example, and make a lab report asking for sugar levels, sexually transmitted diseases and other pathologies. There are many cases of syphilis and HIV here,” he says.
NEW HEADQUARTERS
The Villarreal Ebais covers an average population of 4,000 people, but at present the demand is almost 10,000 if we count the neighboring localities. This is where the unfinished construction of the new center, which was planned more than two years ago and has been at a complete standstill for one year, comes into play.
According to the open data provided by the CCSS itself on its website, the construction and equipping of the new Ebais headquarters had a budget of 518,791,700 million colones. Although it says “in execution,” the work is paralyzed. However, to clarify these doubts we spoke with Dr. José Retana, director of the Health Area of the canton of Santa Cruz.
“The acronym Ebais refers to Equipo Básico de Atención Integral (in Spanish), and in some posts pharmacy care is added. In Villarreal we started the construction of a type 2 health center, where we had some problems that paralyzed the work when 247 million colones had already been invested. These problems were solved and we have had the authorization since July to restart the works. Now a new contracting of the missing work must be made, with a new design and the equipment must be recalculated because the prices were for 2019/2020,” assures the official.
-What is built is going to be demolished?
-No. What is done is done and paid for by the CCSS Maintenance Office. Obviously, what has been built will be valued, but if parts have to be discarded, changes will be made. For example, the equipment had not been purchased, but as costs increased. The budget for 2023 is 490 million more.
-Why doesn’t Tamarindo have a hospital, considering the number of tourists, residents and the income it generates?
-The CCSS has a network of care: first there are the Class 1 hospitals, such as Hospital Mexico, where the most complex surgeries and transplants are performed. Then come the regional hospitals, which in our case is the one in Liberia, and the third level is the peripheral hospitals such as the one in Nicoya. Beyond the hospital levels come Health Areas 1, 2 and 3. Santa Cruz is type 2. Unlike other cantonal areas, we have 24-hour emergency, pediatrics, gynecology, psychology, family medicine, x-ray and laboratory, among other specialties. Only after all this come the Ebais. But it is not possible in a public and private health system for each district to have a hospital. It does not happen either here or in the United States or Europe. We work in a network.
-After four o’clock in the afternoon there is no health care in the Ebais. This means that the patient has to travel many kilometers?
-That is the way it is established, but to change that, the CCSS financing system would have to be modified. We would also have to set up hospitals in Flamingo or Catalinas, but it is unfeasible. And the issue is the following: the canton that generates the most resources is Belén, because that is where the Intel plant is located (which even contributed 47% of the country’s GDP), but the Fund manages a principle of solidarity and universality. For example, Talamanca’s contribution is almost nil and this does not mean that because it does not generate resources it cannot have its hospital. However, I do think that the health systems must adapt to the demands. I proposed that in the entire northwest coastal strip, which goes from Estero de Tamarindo to Las Catalinas and where more than 20,000 inhabitants live, an emergency system could be established in the medium term, because with the current capacity we can only meet 50% of the demand.
THE RED CROSS
Another of the areas of health care, and no less important, is that of the Red Cross, in charge of rescue at sea and on public roads. When there is some misfortune in the water, it is the organization’s lifeguards who come to the rescue, giving first aid and then notifying their superiors for transfer by ambulance, also from the organization.
“Our water rescue care is pre-hospital. If there is an injury, fracture or wound that needs stitches, we immediately coordinate with the Regional Directorate. But if there are minimal bruises or bleeding, as in surfing, our colleagues have the necessary knowledge to provide care,” says lifeguard supervisor Luis Rojas.
In this sense, Dr. Retana affirms that the National Emergency Commission has established that out-of-hospital rescues are the responsibility of the Red Cross and the Fire Department. Even 911 calls for accidents on the roads or in homes, for which he clarifies that the competence “is intramural, we do not send the doctors to the streets. It is the emergency managers who bring the patients to us”.
The Costa Rican Red Cross, which is a private, non-profit, first response humanitarian organization, carries out its activities under the Law of Associations of the Republic of Costa Rica, being an auxiliary of the public authorities in humanitarian activities compatible with its institutional mandate.
Thanks to its work, doctors can also do theirs in the different health areas. And that synergy is what mitigates the aforementioned shortcomings, because as the Royal Spanish Academy says, “the action of two or more causes has an effect that is greater than the sum of the individual effects.”